Hoy en día tanto las personas como los perros tienen una vida bastante más sedentaria, sobre todo en los entornos urbanos, y por eso estamos viendo cada vez más casos de perros que tienen sobrepeso. La alimentación juega sin duda un papel muy importante en este caso, aunque también debemos tener en cuenta si el perro se está ejercitando todo lo que debería para su edad y estado de salud.
El perro obeso puede sufrir muchos problemas y enfermedades, tal y como le ocurre a las personas, padeciendo del corazón, y también llegando a tener enfermedades como la diabetes. Es por eso que si vemos que el perro engorda o ya ha llegado a este estado, hay que tomar cartas en el asunto, y una de las primeras cosas que habrá que cambiar es su alimentación.
Lo primero que hay que hacer es comprar un pienso de calidad y para estos casos de obesidad. Los piensos para perros con sobrepeso cuentan con menos hidratos y grasas y con más proteínas y fibra para que le ayude a bajar de peso. De todas formas, es muy importante preguntar en el veterinario por la cantidad exacta que hay que suministrarle al perro cada día, que será diferente dependiendo de su edad y su tamaño.
Aunque estos piensos suelen tener mucho aporte nutricional y ser buenos para los perros, lo cierto es que no tienen tanto sabor ni tanto olor como los piensos que más le gustan a los perros, tal y como ocurre con las comidas dietéticas de los humanos. Por esta razón puede que al principio lo rechace o evite comerlo. Si esto pasa, podemos mezclarlo con su antiguo pienso para que se vaya acostumbrando a él.
Por otro lado, hay que establecer una rutina de ejercicio, que irá subiendo en intensidad cuando el perro comience a tener mejor forma física. Sin el ejercicio no conseguiremos que el perro mejore su estado de salud, y así quemará más rápidamente todos esos kilos que le sobran y se encontrará más sano y ágil.