Por norma debemos llevar al perro con la correa en los sitios públicos, y además son muy pocos los perros bien adiestrados para caminar junto a su dueño o quedarse quietos en un lugar sin atender a otros estímulos, como puede ser otro perro, un gato o una pelota. Así que es importante que aprendan a andar con correa desde bien pequeños, porque van a usarla bastante.
Lo ideal sería que todos los perros pudiesen caminar a sus anchas libremente, pero sobre todo en las ciudades las normas son estrictas, y el no llevarlo con correa puede acarrear una multa. Por eso un perro debe saber andar con la correa desde temprano, para adaptarse a sus paseos diarios. Los cachorros o los perros que no saben lo que es, pueden agobiarse o quedarse inmóviles ante esta nueva sensación, por lo que hay que saber cómo desbloquearlos.
Hemos visto muchas veces cachorros que la primera vez que se les pone una correa se revuelven o bien se quedan inmóviles, porque no les gusta la sensación de que alguien tire de ellos, y no saben que tienen que caminar junto a nosotros. Cuando más tiremos más se van a agobiar y a bloquear, por lo que hay que ir poco a poco.
Uno de los mejores trucos para que caminen con correa es llevar unas chuches con nosotros. En cuanto se agobien debemos dejar de ejercer presión con la correa, y si no siguen andando ellos, sacar la chuche para que los motive y sigan caminando. Se trata de que asocien el andar con correa y el paseo a algo bueno, para que sea una experiencia positiva para ellos. Con el tiempo se acostumbrarán a la sensación del collar y la correa y ya sabrán que no deben agobiarse, que solamente los guiamos con ella.