Cada raza de perro tiene características singulares. Esto es debido a sus orígenes que van modificando el temperamento y definiendo sus actitudes y apariencia desde el punto de vista genético. Ya que los perros han acompañado al hombre desde hace milenios colaborando con este en los trabajos diarios y la supervivencia, muchas razas actuales conservan en su nombre y apariencia rasgos importantes de sus orígenes.
Origen
Tal es el caso del perro de agua español que llego a la península ibérica por la frontera sur, traído por las primeras invasiones árabes.
Esta mascota viajaba con el hombre en los barcos y era muy útil para la actividad de la pesca, por esta razón se le denomina perro de agua y actualmente es una raza reconocida y se está posicionando cada vez más, como mascota de compañía en toda Europa.
El antepasado más remoto del perro de agua es conocido con el nombre de perro barbet. Esta raza también dio origen a los poodle y otras razas de perros de agua como la del español, portugués, francés o romana. Se cree que se ha encontrado presente en la península Ibérica desde el 1100 a.C. y se desconoce su origen exacto.
La introducción del perro de agua al continente europeo data del siglo VIII durante las invasiones islámicas.
Evidentemente su presencia en España es muy marcada en la región de Andalucía. Entre los siglos XIV y XVII existe amplia documentación de la presencia masiva del perro de agua, en zonas de Sevilla y las marismas del río Guadalquivir. Previo a su reconocimiento como raza en 1986 y oficialización en 2011 estos perros se conocían con diferentes nombres como perro turco andaluz y churrito.
Características
Tradicionalmente sus funciones eran de perro pastor, cazador y pescador donde se desenvolvían excepcionalmente bien.
En tiempos más recientes mostraron excelente habilidad para formar parte de equipos de salvamento, unidades de bomberos, detectando drogas y cebos envenenados para la Guarda Forestal. Debido a su obediencia agilidad y empatía también han desempeñado muy buen trabajo en terapias y como animales de compañía.
Esta raza canina es citada como perro de lana en textos encontrados de la época de Fernando VII, es decir, finales del S. XVIII y XIX. Se presume que se extendió por países como Italia, Portugal, Francia, Inglaterra e Irlanda por las distintas vías fluviales.
Debido a sus orígenes como perro de trabajo esta raza tiene bien desarrollada la obediencia y también es muy inteligente y de rápido aprendizaje. En condiciones normales se muestra como una mascota noble, fiel y cariñosa y es una raza que está apegada a los dueños haciendo una excelente función como mascota de compañía.
También muestra instintos básicos de caza y pastoreo y se adapta con facilidad a diferentes entornos. Se sienten cómodos en terrenos áridos, verdes praderas y áreas pantanosas y la habilidad especial que los caracteriza es que son excelentes nadadores y muestran sus dotes persiguiendo patos y buceando para atrapar peces.
Su obediencia y temperamento receloso lo convierte en un excelente perro guardián. Es rápido en sus movimientos y acata órdenes con facilidad, haciendo que su entrenamiento sea bastante fluido.
Lo alegre y juguetón de esta raza se encuentra íntimamente ligada al pleno desarrollo de su actividad física, ya que lo necesita para la correcta canalización de su energía. El sedentarismo le es altamente perjudicial e influye negativamente en su carácter.
Cuando se adopta esta raza de perro se debe ser muy consciente que por su pasado es muy necesario que obedezca y acepte órdenes de un solo dueño ya que esto facilitara grandemente su entrenamiento y obediencia. El dueño de este tipo de mascotas debe ser consciente que la persona debe ser la dominante y actuar como tal.
Características físicas del perro de agua
En general el perro de agua español es de tamaño medio con porte rústico y atlético, se asemeja físicamente al barbet francés gracias a su origen en común. Su altura en cruz es de 41 a 50 centímetros y tiene un peso medio entre 14 y 22 kilogramos dependiendo si es macho o hembra.
La cabeza del perro de agua español es elegante y fuerte, de cráneo aplanado. El hocico y los ejes del cráneo son paralelos. Los ojos son algo oblicuos, muy expresivos y de tonos en concordancia con el pelaje castaños o avellanas.
Los dientes son blancos y los caninos están bien desarrollados. Las orejas son triangulares y caídas.
El cuello es musculoso y corto, sin papada y cuenta con un cuerpo fuerte y la línea de espalda recta. El pecho es amplio al igual que el tórax y las costillas se encuentran bien arqueadas y el vientre se esconde hacia arriba. La piel es fina y flexible y la cola es de inserción media.
El blanco, el marrón y el negro destacan como tonalidades del pelaje. También pueden ser de dos colores con las siguientes combinaciones, como blanco y negro y blanco y marrón con distintos tonos. Además, se pueden apreciar algunos de tres colores.
Cuidados
Los perros de agua español viven entre diez y catorce años y los cuidados recibidos por sus dueños son fundamentales para la calidad de vida de la mascota. Uno de los aspectos fundamentales dentro de su cuidado es la alimentación.
Los requerimientos nutricionales de la raza son amplios, ya que el alimento que se le ofrece debe ser rico en proteínas y vitaminas y no se debe obviar la carne roja y blanca ya que los perros son esencialmente carnívoros.
Se debe tener cuidado cuando se les suministra frutas o vegetales permitidos. Si este el caso consulta previamente al veterinario.
En lo que respecta a la higiene pareciera por su característico pelaje que requiere de muchos cuidados, sin embargo no es así realmente. Las rastas se mantienen con un aseo habitual y usando el champú recomendado para la raza de pelo duro. Deben bañarse una vez al mes.
Para evitar que estos perros se rasquen se debe mantener la piel bien hidratada y este sería el secreto para mantener la apariencia.
Se debe utilizar algún producto disolvente en agua para hidratarlo después del baño y otros adicionales para aplicarlos durante el mes. Se debe aprovechar de recortar las uñas y limpiar las orejas para evitar la acumulación de cerumen cuando se les realiza el baño.
Lo que sí es muy importante para el perro de agua es el cuidado dental. Lo ideal es acostumbrarlo desde cachorro al cepillado frecuente para evitar problemas dentales que desemboquen en fracturas de mandíbula, por debilitamiento al perder piezas dentales.
También la falta de higiene dental se relaciona con problemas hepáticos y de riñón e incluso cardíacos.
¿Tienes un perro de esta raza? Si es así cuéntanos más sobre su carácter, nos encantará conocer a tu perro.