Mi perro se rasca constantemente el hocico, ¿por qué?

Perro rascándose.

El hocico es una de las zonas más útiles de la anatomía del perro, dada su gran capacidad olfativa. Esto también la convierte en una de sus partes más delicadas y sensibles; además, está muy expuesta a factores exteriores. Todo ello la hace vulnerable ante determinados problemas, como irritaciones cutáneas o alergias. El perro suele tratar de calmar estas molestias rascándose constantemente.

Una de las causas más frecuentes que originan este problema son las alergias, habituales sobre todo en primavera. Aunque las mismas suelen provocar picores en el resto del cuerpo, es común que comiencen primero en el hocico. La alergia el polen, por ejemplo, da lugar a una fuerte congestión nasal, lo que afecta directamente a esta zona, acompañada de estornudos y conjuntivitis, entre otros síntomas. Algo parecido ocurre con la alergia al polvo y a otros elementos, que también puede generar inflamación y enrojecimiento en la trufa y los labios.

También podemos encontrar el origen de estos picores en el ataque de insectos, siendo unos de los más peligrosos las orugas procesionarias del pino. Si notamos que nuestro perro sufre fuertes picores en el hocico, tendremos que acudir rápidamente al veterinario, ya que es probable que haya estado en contacto con este peligroso insecto.

Otro motivo común es la introducción de cuerpos extraños en los orificios nasales, como pequeñas espigas. Si no ponemos remedio rápidamente a este problema, puede derivar en una peligrosa infección.

Por otro lado, el perro puede sufrir algún problema dermatológico que propicie la aparición de picor en el hocico. Un ejemplo son los pénfigos y penfigoides, un trastorno inmunitario que provoca que el organismo del animal se ataque a sí mismo, ocasionando, entre otros síntomas, picor en el hocico, descamaciones y ampollas en la zona.

Otra posibilidad es que el can sufra alguna alteración en los conductos nasales, cuyos síntomas pueden llegar a ser mucho más graves: sangrado, carcinomas, deformidad en el hocico, etc. Conlleva una importante deformación ósea que puede dar lugar a graves problemas.

Ante cualquiera de estas señales debemos acudir inmediatamente a una clínica veterinaria de confianza, ya que el picor en el hocico puede desembocar en la inflamación de los conductos nasales, llegando a provocar la asfixia del animal.


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