Existen algunas teorías que asocian las posturas en las que duermen los perros con su carácter y comportamiento. Dichas posiciones pueden indicar ciertas emociones y estados de ánimo, como confianza o nerviosismo. Todas ellas tienen una explicación, según los expertos en comportamiento canino, por lo que sería interesante analizarlas una por una.
1. De lado. Esta postura es realmente cómoda para el perro, ya que le permite apoyarse completamente sobre la superficie. Se dice que los canes que duermen así a menudo son sociables y muy cariñosos, y que se encuentran seguros de sí mismos en ese momento. Se relaciona este gesto con confianza y felicidad.
2. Boca abajo. Esta posición indica una tranquilidad empañada por un determinado nivel de alerta. Tumbado así, el animal no tapona ninguna de sus orejas, por lo que puede percibir con facilidad cualquier pequeño ruido. Cuando adopta esta posición, sus músculos aún están algo tensos como para alcanzar la fase REM del sueño.
3. Acurrucado. Comúnmente llamada “el zorro”, esta postura permite al perro esconder las patas debajo del cuerpo, manteniendo así la temperatura corporal. Su significado está relacionado con el instinto, pues en un ambiente natural los cánidos se protegen de esta manera de posibles ataques de depredadores en el abdomen. Cuando nuestra mascota se tumba así, puede estar indicando que tiene frío o que se siente incómodo. De cualquier forma, los especialistas dicen que los canes que duermen en esta posición tienden a ser dóciles y de carácter dulce.
4. Boca abajo con las patas estiradas. Se conoce esta posición coloquialmente como la de “súper perro”, y es que se caracteriza por estirar las cuatro patas a modo de “superhéroe”, como si estuviera volando. Muy común en los cachorros, esta postura denota energía y motivación, ya que les facilita incorporarse rápidamente y salir corriendo para jugar.
5. Boca arriba. Revela un estado de tranquilidad absoluta, además de una gran confianza en el entorno. Si nuestra mascota suele dormir así, podemos considerarla como segura de sí misma y cariñosa. Es habitual después de realizar una alta dosis de actividad física o cuando hace mucho calor.