El pug o carlino es un perro de raza pequeña, de origen chino, que goza de una gran popularidad a nivel internacional. Su aspecto gracioso, junto a su carácter tranquilo y equilibrado, hacen de este can una de las mascotas más solicitadas actualmente. Dadas sus características físicas, requiere algunos cuidados específicos.
El pelaje
Aunque corto y liso, el pelaje del canino necesita determinadas atenciones. Debemos cepillarlo regularmente, usando un cepillo de cerdas suaves, especialmente durante la época de muda. Jamás tenemos que cortarle el pelo o raparlo, y hay que prestar especial atención a las zonas más arrugadas. De igual forma, a la hora de bañarlo hemos de usar un champú especial para su tipo de pelo. Lo mejor es pedir al veterinario que nos oriente en este sentido.
Las arrugas
Para mantener en buen estado la piel arrugada del carlino tenemos que limpiarlas al menos dos veces por semana. Para ello podemos usar toallitas húmedas para bebés o un pañuelo empapado en agua tibia, secando bien la zona inmediatamente después para evitar la acumulación de la humedad. A veces es recomendable aplicar vaselina líquida al finalizar el proceso, aunque lo mejor es preguntar al especialista sobre los mejores productos para ello.
Ejercicio
Se trata de una raza de fuerte musculatura y necesita sus dosis de actividad física para mantenerla, como paseos y juegos. Sin embargo, debido a su hocico chato este perro puede sufrir problemas respiratorios, por lo que no conviene forzarle a realizar ejercicio. Si se muestra cansado, lo mejor será que le dejemos reposar y le ofrezcamos agua.
Cuidado con el calor
Todos los perros son muy sensibles a las altas temperaturas, especialmente las razas de hocico chato como el bóxer, el bulldog o el carlino. Por ello debemos procurar mantener el ambiente fresco, evitando las horas de más calor durante los paseos y llevando siempre agua fría a manos. Y por supuesto, jamás dejarlo solo dentro de un vehículo, pues en pocos minutos podría perder la vida.
Los ojos
Los ojos de este perro son grandes y están muy expuestos al exterior, por lo que pueden dañarse fácilmente; además, su pelo corto no es suficiente para protegerlos. No hay que permitir que se acerque a sitios peligrosos, como arbustos con ramas puntiagudas. Además, en ocasiones tendremos que administrar gotas para hidratarlos, siempre bajo la supervisión del veterinario.
Revisiones veterinarias frecuentes
Al igual que cualquier raza, el pug necesita revisiones habituales por parte del veterinario, así como la administración de vacunas y las desparasitaciones regulares. Por otro lado, el especialista sabrá guiarnos para lograr que nuestra mascota logre de buena salud y una elevada esperanza de vida.