Nuestro peludo, al igual que nosotros, puede tener varias enfermedades a lo largo de su vida. Una de ellas es la gastritis, que se caracteriza por la inflamación de la mucosa del estómago lo cual provoca vómitos, diarreas y malestar general en aquellos que la padecen.
Si sospechas que tu amigo está enfermo, es importante que lo lleves al veterinario para que examine y lo trate. Pero en casa también tendrás que hacer algunos cambios. Descubre qué puede comer un perro con gastritis.
Durante al menos doce horas es importante que no le des nada de comer, ya que de lo contrario lo más probable es que lo terminase vomitando. En ese periodo de tiempo su estómago debería de reposar, y tu peludo no debería de vomitar ni tener diarrea. En el caso de que mostrase alguno de estos síntomas, no le des comida hasta pasadas otras doce horas, pero no más. Si siguiera estando mal, vuelve a llevarlo al veterinario.
Con respecto al agua, es conveniente que le vayas dando pero poco a poco. No tiene que tener el bebedero a la vista pues podría beber tanto que su estómago la rechazaría. Sólo cuando vaya estando mejor, le podrás volver a dejar el agua a la vista.
En cuanto haya estado más de 12 horas sin vomitar, podrás introducirle alimentos blandos, de fácil digestión, como los siguiente: arroz integral, pechugas de pavo, patatas hervidas, y pollo hervido (sin hueso). Todos estos alimentos tienen que servirse cocinados y en cantidades pequeñas. Para que no pase hambre, ve dándole pequeñas porciones a lo largo del día.
Durante las dos semanas siguientes de que tu perro haya sufrido la gastritis, tendrás que ir incorporando su alimento habitual poco a poco y de manera progresiva. Controla su salud y su forma de comer para que no tenga una recaída.
Así se irá recuperando 🙂 .