Moquillo en perros: causas, síntomas y tratamientos

  • El moquillo canino es una enfermedad viral altamente contagiosa que puede afectar el sistema respiratorio, digestivo y nervioso de los perros.
  • Los primeros síntomas incluyen fiebre, apatía y secreción nasal, pero la enfermedad puede evolucionar y causar complicaciones neurológicas graves.
  • El diagnóstico se realiza mediante pruebas de PCR, análisis sanguíneos y observación de síntomas clínicos.
  • La mejor prevención es la vacunación temprana y evitar el contacto con perros infectados para reducir el riesgo de contagio.

Moquillo en perros

El moquillo canino es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a los perros, siendo especialmente peligrosa en cachorros y animales no vacunados. Causada por un virus de la familia Paramyxoviridae, esta afección puede atacar diversos sistemas del cuerpo, incluido el respiratorio, digestivo y nervioso, con consecuencias potencialmente mortales.

¿Cómo se contagia el moquillo en perros?

El moquillo canino se transmite principalmente a través del contacto con secreciones corporales de perros infectados, como saliva, mocos, orina o heces. El contagio también puede ocurrir por inhalación de partículas virales presentes en el ambiente, especialmente en lugares concurridos por perros, como parques o refugios.

Una vez que un perro se infecta, el virus comienza su proceso de incubación, que puede durar entre 3 y 7 días. Durante este período, el animal puede no mostrar síntomas evidentes, pero sigue siendo contagioso para otros perros.

Síntomas iniciales del moquillo en perros

Los primeros signos de moquillo pueden parecerse a los de un resfriado común, lo que puede dificultar su diagnóstico temprano. Algunos de los síntomas iniciales incluyen:

  • Fiebre alta (puede aparecer en ondas).
  • Apatía, el perro muestra menos interés por jugar o interactuar.
  • Pérdida del apetito y descenso gradual del peso.
  • Secreciones nasales y oculares, que pasan de ser acuosas a mucosas y purulentas.
  • Tos seca y persistente.

Síntomas del moquillo en perros

Evolución del moquillo y síntomas graves

Si la enfermedad progresa sin tratamiento veterinario, los síntomas pueden intensificarse y afectar a distintos órganos y sistemas del cuerpo canino:

  • Problemas respiratorios: intensificación de la tos, dificultad para respirar y neumonía.
  • Síntomas digestivos: vómitos, diarrea severa (a veces con sangre) y deshidratación grave.
  • Complicaciones neurológicas: convulsiones, temblores musculares involuntarios, parálisis parcial o total y movimientos descoordinados.
  • Hiperqueratosis: engrosamiento anormal de las almohadillas plantares y la nariz (también llamado «enfermedad de la almohadilla dura»).

Diagnóstico del moquillo en perros

Dado que los síntomas pueden confundirse con otras enfermedades, es fundamental acudir a un veterinario ante cualquier sospecha. El diagnóstico suele realizarse mediante:

  • Pruebas de PCR: detecta la presencia del virus en muestras de mucosa, lágrimas, orina o heces.
  • Análisis sanguíneos: evalúan la afectación del sistema inmunológico.
  • Observación microscópica: detección de células infectadas en muestras obtenidas del ojo o la cavidad oral.

Tratamiento del moquillo en perros

No existe un tratamiento específico para eliminar el virus del moquillo, pero se pueden administrar medicamentos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del perro:

  • Antibióticos: ayudan a evitar infecciones bacterianas secundarias.
  • Antiinflamatorios y antipiréticos: para reducir la fiebre y la inflamación.
  • Anticonvulsivos: en casos de afectación neurológica.
  • Suplementos y fluidoterapia: para mantener la hidratación y aportar nutrientes esenciales.

El tratamiento debe ser administrado por un veterinario especializado, quien determinará el mejor enfoque según el estado del perro.

El moquillo en perros es una enfermedad que además de ser vírica, es bastante contagiosa
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¿Cómo prevenir el moquillo en perros?

La vacunación oportuna es la principal herramienta para prevenir el moquillo. Es recomendable que los cachorros reciban la primera dosis alrededor de las 6-8 semanas de vida, con refuerzos posteriores.

  • Evitar el contacto con perros enfermos.
  • Desinfección de objetos y espacios donde los perros pasan tiempo.
  • Chequeos veterinarios periódicos para garantizar que la inmunización esté al día.

El moquillo en perros es una enfermedad grave que requiere atención inmediata. Si bien el tratamiento puede ayudar a mitigar los síntomas, la prevención con vacunas sigue siendo la mejor estrategia para proteger a tu mascota. Ante cualquier síntoma sospechoso, consulta con un veterinario para actuar a tiempo.


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