La miasis consiste en un tipo de parásito producido por las larvas de dípteros, tales como los mosquitos, las moscas y tábanos, etc., que se instala igualmente dentro de tejidos muertos y vivos de animales vertebrados, los cuales sirven de alimento para la miasis.
En este post, hablaremos sobre todo lo que se debe saber acerca de la miasis en perros, así que toma buena nota.
¿Qué es la miasis canina?
En el año 1840, Hope fue el primero que uso el término “miasis” con el propósito de definir una infección causada por dípteros, la cual en aquél tiempo afectaba a las personas.
Después y en el año 1964, Zumpt describió la miasis, indicando que los insectos permanecían algún tiempo dentro del huésped para alimentarse no solo de los alimentos que ingerían, sino también de sus líquidos corporales. Durante su época de adulto, estos insectos se aprovechan de las heridas y orificios que pueda tener un anfitrión con el fin de colocar sus huevos, quienes continuarán con su ciclo biológico normalmente, gracias al animal infectado.
Sin embargo, es posible que en ciertos casos, algunas especies logren penetrar la dermis que se encuentra sana y es que la Miasis puede afectar a cualquier clase de animales vertebrados, sin importar la región donde vivan; sobre todo en los meses más húmedos.
Ciclo de vida y desarrollo
Aquellos dípteros susceptibles a causar esta afección, normalmente tienen diferentes etapas durante su ciclo biológico, atravesando una metamorfosis compuesta por 4 fases: huevo-larva-pupa-adulto.
Todo animal que no cuente con un apropiado control sanitario será susceptible a esta patología, por eso, aquellos animales que estén enfermos, en estado de abandono o convalecientes y especialmente los que suelen tener la dermis continuamente humedecida, son mucho más propensos. Un ejemplo acerca del último caso, sería la dermatitis acral debido al lamido.
Síntomas de la miasis canina
Durante las primeras etapas de la miasis, es posible apreciar una pequeña lesión, picadura o absceso en la dermis, especialmente en un área sin pelaje. Poco después, se puede percibir que la herida aumenta de tamaño, al mismo tiempo que se genera una pústula la cual segrega un fluido sangriento. Por lo que es preciso presta especial atención a los siguientes síntomas:
- Úlceras.
- Irritación.
- Forúnculos.
- Presencia de parásitos.
- Comezón.
Al llegar a este punto, si no se trata es posible que las larvas penetren hasta más profundamente en la dermis, creando nódulos o un absceso de gran tamaño. El no tratar estos síntomas trae como consecuencia un proceso infeccioso muy grave y en ciertos casos, un shock.
Diagnóstico
A través de una sencilla revisión física, el médico veterinario puede diagnosticar la miasis en los perros, ya que debido a la rápida evolución de las larvas, no es preciso utilizar un microscopio. No obstante, resulta esencial que el profesional solicite que al perro se le lleven a cabo análisis de laboratorio.
Tratamiento
Es preciso que el tratamiento para la miasis siempre sea llevado a cabo bajo la supervisión de un profesional veterinario.
El inicio del tratamiento supone la mejora de la higiene general del área afectada, mediante un suero fisiológico, no obstante, varios especialistas suelen pasar directamente a sacar las larvas para luego lavar la herida.
Higiene, administración de fármacos y antiparasitarios
Después de quitarle las larvas, el especialista rasurará el área afectada con el fin de evitar que queden huevos o bacterias tanto en la dermis como en el pelaje y después de administrar una solución antiséptica, el médico veterinario eliminara todo el tejido muerto para promover una mejor cicatrización.
Igualmente, se le administrará directamente en la herida no solo un antibiótico local, sino también un producto para la zona, ya sea en pasta o en aerosol, después se cubrirá la zona con un vendaje de modo que permanezca limpia y no se contamine, por lo que cicatrizará en menor tiempo. Además de la administración de fluidoterapia, antibióticos y cualquier otra medida oportuna según el especialista