Poco a poco, el mundo va siendo consciente de que los animales tienen sentimientos. Para aquellos que convivimos con algún animal doméstico, estos peludos son parte fundamental de nuestra vida, incluso diría que de nuestro ser. Nos dan cariño, pero también alegría y salud. Sin ellos… sin ellos no somos nada.
Estoy convencida de que Anna, la mujer que puedes ver en la imagen, opina lo mismo. En ella aparece junto con su perro de raza setter inglés, de 12 años, el cual se encontraba enfermo de gravedad. Para poder cuidarlo, luchó para obtener una baja laboral. Y la consiguió.
Aunque no debió de serle fácil. Si bien en Italia el maltrato y abandono animal está considerado como delito, cuando la mujer explicó la situación a sus superiores y les solicitó un permiso de remunerado de 2 días de duración, se la denegaron. Anna, que trabaja en como empleada pública en una universidad romana, vive sola y además no contaba con nadie que pudiera cuidar de su perro, el cual debía de ser sometido a una cirugía para poder salvarse.
El post-operatorio siempre es complicado. Pueden surgir imprevistos en cualquier momento. Por eso, es muy importante estar con el animal en todo momento, con el fin, no sólo de hacerle compañía y de darle cariño, sino también para poder actuar en caso de que surjan problemas. Por todos estos motivos, Anna contactó con LAV, una asociación animalista italiana, para que le diera apoyo legal y técnico.
Con todo, y teniendo en cuenta que el perro corría serio riesgo de morir, el juez le concedió una baja laboral remunerada, de dos días, para que esta mujer pudiera estar con su mejor amigo de cuatro patas.
Ojalá pronto noticias como estas sean comunes, porque eso significará que hemos conseguido que los animales dejen de verse como objetos.
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