Alimentar a nuestro peludo es una de las tareas más básicas que debemos de hacer durante todo el tiempo que esté con nosotros. Pero darle de comer es mucho más que rellenarle el cuenco con comida y servírsela: el cachorro debe de aprender a esperar tranquilamente y no ponerse nervioso, pues de lo contrario cuando fuese mayor podrían surgir problemas.
Además, se le debe de dar la cantidad justa, ni más ni menos, para que se pueda mantener en su peso ideal. Teniendo esto en cuenta, vamos a ver cómo alimentar a un doberman cachorro.
Lo primero que debemos saber es que para que tenga un desarrollo y un crecimiento óptimos le tenemos que dar una comida de alta calidad, que no tenga cereales de ningún tipo pues son alimentos que pueden causarle alergia alimentaria. Por lo tanto, le podemos dar Barf (con seguimiento de un nutricionista canino), Dieta Yum para perros, Summum o bien piensos como Acana, Orijen, Taste of the Wild, Applaws o similares que cuidarán de su organismo.
La cantidad de alimento que le deberemos de dar vendrá indicada en el propio envase del producto. De todas maneras, para que nos hagamos una idea le tendremos que dar unos 500 gramos tres veces al día hasta los cinco meses, y unos 300 gramos en dos raciones a partir de los seis meses.
Si hablamos de los tiempos, tenemos que dejarle el agua a su disposición durante todo el día, pero la comida se tiene que preparar, pedirle que se siente y dejarle el plato en el suelo para que coma. Mientras lo haga, hay que dejarle tranquilo. A nadie le gustaría que le molestasen mientras come, y mucho menos que le quiten el plato cuando todavía no ha terminado. Si se hace así, lo que se conseguirá es que el animal empiece a defender por su comida, algo que, por otra parte, es su derecho.
Cuando haya terminado de comer, le retiraremos el cuenco y, si queremos, lo premiaremos con una caricia o, aún mejor, con un paseo para que aprenda a hacer sus necesidades fuera.
Así la hora de la comida será siempre una de las más esperadas por el cachorro 🙂 .