El Beagle es una de las razas más idóneas para todos aquellos a los que les guste salir todos los días a pasear y/o correr, y que además tengan niños. No es un animal excesivamente nervioso, pero le encanta jugar, al igual que a los más pequeños de la casa.
Si tienes pensado adquirir uno, o si ya lo tienes, seguro que te interesará saber cómo educar a un Beagle cachorro, ¿verdad? Siendo así, has llegado al sitio correcto.
Paciencia, constancia y respeto
Para educar a un cachorro son importantes estas tres cosas. No puede faltar ni una de ellas, ya que de lo contrario el animal crecerá sintiéndose confundido, e incluso podría llegar a tenerte miedo. Por lo tanto, si quieres que sea un perro sociable y educado tienes que ser su guía, su compañero, aquel que le diga cómo tiene que actuar en caso de que no sepa o de que se muestre inseguro.
Nadie nace sabiendo. Tu amigo necesita que le digas lo que está bien y lo que está mal, y será necesario decírselo muchas veces, usando siempre las mismas palabras. Por ejemplo, si quieres que se siente, enséñale a sentarse cuando se lo pidas diciendo »sit» o »sienta» (insisto, siempre has de usar la misma palabra para no confundirlo).
Dedícale tiempo
No hay nada más triste que un cachorro que se pasa todo el día en casa aburrido cuando debería de estar corriendo de un lado a otro, investigando y siendo feliz. Para evitar la frustración y el aburrimiento es importante dedicarle tiempo de calidad; es decir, estar realmente con él, jugando, dándole cariño, paseándolo, etc.
Además, esta es la única manera de crear un fuerte vínculo con el peludo que tienes en casa. Un vínculo que no se romperá.
Cuídalo y protégelo, pero no lo humanices
Un perro es un perro, del mismo modo que un humano es un humano. Cada especie tiene sus propias necesidades, y sus propios instintos. No se debe de pretender que un can actúe como un ser humano, ni viceversa, porque sería ir contra natura.
Por ello, obviamente hay que darle agua, comida, un hogar donde pueda sentirse seguro y querido, pero también hay que evitar sobreprotegerlo. Si hace algo mal, hay que decírselo, no con gritos ni malas formas, sino enseñándole a hacer las cosas bien.
Para saber cómo adiestrarlo, te recomendamos leer este artículo.