El dóberman o dobermann es un perro fuerte, musculoso, inteligente y cariñoso que ha visto su imagen gravemente dañada por los falsos mitos que la rodean. A diferencia de lo que a veces se cree, no es agresivo por naturaleza ni ha sido creado por la raza humana para asesinar. Cualquier veterinario o experto en conducta canina podría corroborar que, al igual que ocurre con el resto de razas, su comportamiento se debe en la mayor parte a la educación recibida.
Si deseas informarte mejor sobre el carácter del dóberman, puedes comenzar leyendo este artículo, donde desmentimos algunas de las falsas creencias más extendidas sobre el mismo.
Los dóberman se vuelven locos al alcanzar la edad adulta
Existe una leyenda, afortunadamente cada vez popularizada, de que este perro pierde la cordura entre los cuatro y los siete años de edad, cuando su cerebro crece en mayor medida que su cráneo. Otros dicen que son los huesos del cráneo los que aumentan de manera desproporcionada, oprimiendo el encéfalo y dando lugar a este tipo de problemas. Tanto una versión como la otra suponen dos rumores totalmente errados que carecen de ninguna base científica. Se desconoce el origen exacto de estas creencias, pero en todo caso, debemos tener claro que son rotundamente falsas.
Problemas como la agresividad provienen de la educación recibida y la irresponsabilidad de los dueños. En realidad, este perro puede ser tan familiar y cariñoso como cualquier otra raza, aunque es cierto que necesita disciplina, una educación correcta, buenas dosis de ejercicio físico y retos psicológicos para mantener su cuerpo y su mente totalmente equilibrados. Si queremos acoger un dóberman, por tanto, debemos adquirir estas responsabilidades.
Es una raza creada por Hitler con el fin de asesinar
Uno de los mayores mitos sobre el dóberman es que fue creado y manipulado genéticamente por Hitler para asesinar a sus enemigos. Esta teoría tiene una base mínimamente real, y es que las SS utilizaron ejemplares en su favor, estimulando su agresividad, durante la Segunda Guerra Mundial. No obstante su origen se debe al alemán Karl Friedrich Louis Dobermann, quien creó esta raza mediante varios cruces.
Era el encargado tanto de recaudar impuestos para el rey como de gestionar la perrera del municipio, y su deseo de obtener un perro de aspecto feroz que le defendiera de los bandidos. Comenzó el proceso en el año 1870, siendo finalmente reconocida esta raza en 1900 por la Sociedad Canina Alemana. En 1925, se consagró como raza universal con club propio.
No puede cambiar su comportamiento
Hay quien afirma, sin fundamento alguno, que una vez el dóberman aprende ciertos hábitos es incapaz de modificarlos. Lo cierto es que se trata de un perro altamente inteligente, que aprende las órdenes de adiestramiento fácilmente y que, de hecho, es frecuentemente utilizado para labores policiales, de salvamento o de guarda. Y por supuesto, puede ser reeducado independientemente de su edad, aunque como ocurre con todas las razas, dependiendo del caso podemos necesitar la ayuda de un adiestrador profesional.