Durante muchos años se creyó que los perros vivían en manadas formadas por un líder o perro »alfa» que sometía a los demás. Si bien los expertos confirmaron que esto no es así, hoy día sobretodo gracias a la televisión la teoría de la dominancia canina ha vuelto a la luz.
Hay adiestradores que dicen que el ser humano tiene que imponerse al perro, hacerle ver que es él quien manda y que es él quien decide por el can. Si queremos educar bien a nuestro amigo, es muy importante saber por qué la teoría de la dominancia canina está anticuada.
El perro aprende por miedo
Cada vez que me hablan de esta teoría no puedo evitar imaginarme un aula llena de niños durante la época franquista, cuando los profesores eran conocidos por los castigos que les daban a los menores cada vez que hacían algo mal o que no les gustaba. Esos »castigos», a base de golpes, por supuesto que servían para que aprendieran a comportarse, pero seguramente iban a clase con miedo.
Con los perros supuestamente dominantes hay ciertos adiestrados que hacen algo similar: no les golpean, pero sí que los someten. Los tiran al suelo, les dan »toques» e incluso patadas (aunque suaves, no dejan de ser patadas). Así no aprenden bien. Así lo único que aprenden es a vivir con temor.
No somos perros
Por la televisión se nos dice que tenemos que comportarnos como verdaderos »perros alfa», pero yo me pregunto ¿cómo podemos comportarnos como tal si, para empezar, no somos perros y, para terminar, la teoría de la dominancia hace años que está descartada? Y eso por no hablar de que los defensores de dicha teoría ignoran totalmente las señales de calma del perro, como girar la cabeza hacia el otro lado cuando algo no le gusta o lamerse mientras te mira fijamente (para más información sobre este tema, recomiendo la lectura del libro »Las señales de calma», de Turid Rugaas).
Les destruye el alma
Apropiándome de las palabras (con buena fe 🙂 ) de un más que famoso defensor de los animales, tanto de Tailandia como del mundo, para someterlos de esta manera y conseguir que te hagan caso tienes que destruirles el alma. No les permites pensar por sí mismos, de modo que jamás aprenderán tanto como si se utilizara con ellos el adiestramiento en positivo.
Y tú, ¿cómo adiestras a tu perro?