¿Por qué mi perro llora?

¿Por qué mi perro llora? Si es la primera vez que convivimos con un can podemos tener muchas dudas. Queremos proporcionarle todos los cuidados que necesita para que sea feliz, y el verlo llorar es una experiencia que puede ser bastante dolorosa y triste. Nuestra primera reacción suele ser siempre la misma: coger al animal en brazos y tratar de consolarlo, pero precisamente esto es lo que no debemos hacer.

Suena cruel, pero hay que pensar que un can no es una persona: si lo consolamos, lo que estaremos haciendo en realidad será decirle que está bien que llore, que es justo lo que no queremos. Si queremos ayudarle, tendremos que saber por qué reacciona de esta manera.

Ansiedad y/o miedo

La ansiedad y/o el miedo son las principales razones por las que un perro puede llorar. Ya sea porque no está acostumbrado al ruido del tráfico, o porque no le gusta nada ir al veterinario, o porque tiene ansiedad por separación, o porque le asustan las personas o algunos objetos, puede llorar.

Para solucionarlo, hay que procurar sacarlo a hacer ejercicio todos los días por zonas tranquilas. Esto, no sólo mantendrá en forma sino que además conseguirá que, poco a poco, se vaya acostumbrando al ruido, personas y animales que hay fuera de casa. Por si fuera poco, conseguiremos que esté más tranquilo en la vivienda, lo cual servirá para que poco a poco vaya superando la ansiedad por separación.

Está muy contento…

El perro, al igual que nosotros, puede llorar de alegría cuando ve a un ser querido. Menea su cuerpo, mueve la cola de un lado a otro, puede que incluso salte o tiemble, y gimotee de alegría. En situaciones así dan ganas de celebrar que está tan feliz, pero ojo, si no queremos que salte ni se ponga tan nervioso al vernos tendremos que ignorarle (basta con darle la espalda) hasta que se calme.

…o muy triste

Ya sea porque echa de menos a su madre y hermanos, o porque todavía no se ha adaptado a su nuevo hogar, es probable que se sienta muy mal. Para ayudarle podemos utilizar un reloj de cuerda y envolverlo con una toalla para que le recuerde a los sonidos de los latidos del corazón de la madre, y no agobiarlo con besos ni caricias.

Sí, lo sé: quieres disfrutar de tu perro desde el primer día, lo cual es completamente lógico y normal, pero no puedes acosarlo puesto que, de lo contrario, lo único que conseguirás es que el proceso de adaptación se alargue más de lo necesario.

Quiere llamar la atención

Puede que no lo sepas aún, pero con el tiempo te darás cuenta de que el perro también puede ser capaz de manipularnos, sobretodo si está muy mimado. Recibir mucho cariño es bueno, pero sólo si no descuidamos todo lo demás (sacarlo a pasear, no humanizarlo, adiestrarlo).

Si te llegas a encontrar en la situación de que tu perro te manipula para conseguir lo que quiere, lo mejor que puedes hacer es ignorarle y prestarle atención cuando esté tranquilo.

Necesita algo

Si tiene hambre y/o sed, quiere salir a fuera para dar una vuelta o hacer sus necesidades, subirse a la cama, o si tiene dolor en alguna parte de su cuerpo, puede llorar para que le proporcionemos aquello que necesita. En el caso de que sospechemos que le duele algo, como sus cuidadores que somos tendremos que llevarlo al veterinario lo antes posible para que lo revisen.

Como hemos visto, los perros pueden llorar por diversos motivos. Es necesario que estemos atentos para poder cuidarlos lo mejor que podamos.