La filariosis canina es el nombre con el que se conoce a una de las enfermedades parasitarias más peligrosas que puede llegar a afectar a los perros, también es conocida como la enfermedad del gusano en el corazón.
El contagio de esta enfermedad se produce generalmente a través de la picadura de un mosquito que previamente haya picado a un perro infectado por esta enfermedad. La filariosis es realmente peligrosa porque lo causa un parásito que lleva por nombre dirofilaria immitis y que se instala en la parte derecha del corazón del perro, sin embargo, este gusano no afecta únicamente a los perros, sino también a otros mamíferos como lobos, coyotes, zorros y gatos, entre otros.
Zonas donde se propaga
Ciertamente, esta enfermedad se propaga en las zonas donde las condiciones climáticas colaboran en la reproducción del mosquito. Generalmente, es transmitida por las plagas de mosquitos tigres, no obstante, no son los únicos.
Ahora bien, ¿qué ocurre para que el mosquito se convierta en el transmisor? Cuando este insecto es portador de Dirofilaria Immitis, las larvas del gusano se encuentran en la saliva. El proceso ocurre de la siguiente manera, al picar a un perro la saliva del insecto es capaz de transportar los gusanos hasta la superficie de la piel de este.
Es así como las filarias entran en el interior del organismo del animal infectado por medio del orificio ocasionado por la picadura del insecto. Una vez que haya ocurrido la picadura, las larvas que acceden al interior del organismo del animal consiguen entrar en los vasos sanguíneos, llegando así hasta su sistema circulatorio. Después de transcurrido algunos meses, estas se convierten en adultos desplazándose hasta llegar a ocupar las arterias pulmonares y la aurícula derecha del corazón.
Como vemos, es una enfermedad silenciosa que tarda varios meses en hacer su aparición. Cuando las larvas están alojadas primeros síntomas, puesto que los gusanos comienzan a obstaculizar el funcionamiento normal ocasionando inflamación vascular.
Esta enfermedad se desarrolla en cadena, es decir, cuando las larvas se hacen adultas estas comienzan a reproducirse y a adentrarse en la sangre por medio de gusanos pequeños, conocidos con el nombre de microfilarias.
A partir de las microfilarias comienza la propagación de esta enfermedad, ya que serán éstas las que el mosquito ingerirá cuando pique al perro infectado, convirtiéndose en portador. Cabe destacar que la filariosis no se transmite por contacto directo entre perros, ni mucho menos por secreciones, la única forma de transmisión es a través de la picadura del mosquito.
Síntomas de la filariosis canina
Si quieres saber si tu perro tiene filariosis, debes de saber que a los síntomas de la enfermedad son diversos, pero hay ciertas características que definen e identifican a los perros que están infectados, entre ellos y el que más destaca es el cansancio extremo.
Como mencionamos anteriormente, cuando la enfermedad se encuentra en estado avanzado es cuando empiezan a evidenciarse los síntomas, por ejemplo tos y dificultad respiratoria. En este caso la tos y la dificultad que presentan los perros infectados para respirar corresponden al hecho de presentar filarias en los vasos sanguíneos que se encuentran en los pulmones.
La insuficiencia cardíaca es producida cuando los parásitos llegan al corazón, dificultando el paso normal de la sangre. También podemos encontrar problemas hepáticos, comprometiendo ciertos órganos vitales, ya que los parásitos pueden dañar al hígado debido a que bloquean la vena cava.
Un cansancio extremo es el punto de partida en cuanto a los síntomas, pues con esto comienza a evidenciarse la enfermedad. Los perros cuando están infectados se cansan más rápido de lo normal. Los perros afectados por esta enfermedad pueden llegar a sufrir infartos, tromboembolismo y la muerte; todo depende de cuanto haya avanzado la filariosis, teniendo en cuenta que los parásitos muertos se comportan como una barrera que impide que la sangre llegue a ciertos órganos vitales.
¿Cómo diagnosticar esta enfermedad?
En primer lugar debemos tener claro que la aparición de los síntomas y el avance de la enfermedad dependerán del número de parásitos que puedan estar alojados en el corazón o en los pulmones. De hecho y si un perro presenta parasitosis leve puede estar perfectamente toda su vida sin presentar los síntomas de la enfermedad ni verse afectado o complicado por ella.
De igual forma, también puede presentarse el caso contrario, donde después del fallecimiento del animal es cuando se conoce que la causa fue la filariosis, aunque los síntomas nunca se presentaron y solo se ha conocido al final de la vida del perro. No obstante, siempre existen formas y maneras para determinar ciertos cuadros clínicos que podrían llegar a afectar a nuestros animales.
Uno de ellos es llevarlos periódicamente al veterinario para que le practiquen exámenes rutinarios. Por otro lado, las radiografías constituyen una excelente herramienta para observar lo que sucede o el comportamiento del corazón y las arterias pulmonares. También se recomienda realizar ecocardiografía, así, como pruebas de inmunodetección.
Tratamiento a aplicar
Como hemos comentado, una de las mejores maneras de prevenir esta o cualquier otra enfermedad es llevar regularmente a nuestro perro al veterinario, sin embargo y si se observa el indicio de algunos de los síntomas descritos anteriormente, debes acudir lo más pronto posible.
El comportamiento de esta enfermedad es la siguiente, los gusanos tardan unos seis meses aproximadamente en madurar. Por su parte, las hembras de estos parásitos son las responsables de las microfilarias que viven dentro del sistema circulatorio del perro por espacio de un año. La presencia de estos gusanos y parásitos comprometen la vida del animal, pudiendo llegar a provocar coágulos de sangre, entre otras cosas.
Con respecto a si existe o no algún tratamiento que pueda combatir esta peligrosa enfermedad, se puede decir que existen fármacos disponibles que pueden llegar a eliminar las formas inmaduras de los parásitos que se encuentran dentro del perro, evitando así su desarrollo y posterior alojamiento en el corazón.
Otras de las opciones que dependerá de lo avanzada que esté la enfermedad es la intervención quirúrgica para realizar una extracción de las filarias adultas, esta decisión dependerá de la cantidad de parásitos que se pueda evidenciar en el perro.
Prevención
Hay que tener en cuenta que la mejor forma de combatir y prevenir esta enfermedad es la prevención. Una de las cosas que debemos evitar son los paseos por zonas húmedas o muy de mañana o muy de noche, porque son precisamente estas las horas con más presencia de mosquitos, recordando que esta enfermedad se transmite a través de una picadura.
En los períodos con mayor presencia de mosquitos se deben utilizar repelentes, así, como tratamientos farmacológicos preventivos que se pueden aplicar siempre y cuando lo indique el veterinario.
También podemos optar por vacunar a nuestro perro con la vacuna conocida con el nombre de Guardian SR Inyectable, la cual está compuesta por moxidectina, que es un antiparasitario de amplio espectro. Esta se aplica vía subcutánea y el perro debe ser mayor de 12 semanas. Por lo tanto, la mejor manera de cuidar a nuestra mascota de esta terrible enfermedad es utilizando la prevención como principal arma para luchar contra ella. Como vemos, el control es necesario para mantenerlo alejado de cualquier situación que pueda poner en peligro su salud y por consiguiente su vida.