¿Tu perro se vuelve perezoso los meses de invierno y no quiere salir a la calle para pasear o divertirse con otros perros?, es más, ¿Cuándo está en la calle tira de ti para ir a casa lo antes posible?
Si esto es así no dejes que suceda, ya que hay perros que son muy listos y muy cómodos, que en invierno ponen cara de pena, gimen un poco dando la sensación de que están llorando, y todo porque no quieren salir a la calle, se está mejor en el sofá de cada y al lado del radiador.
Consejos para que tu perro salga de casa en invierno
¡Sal del sofá!
El mayor peligro para nuestros perros en invierno no es que contraigan un resfriado, sino que engordan demasiado porque no se mueven lo que se deberían de mover, y a veces la culpa es nuestra, ya que no tenemos ganas de salir a la calle, aunque la mayoría de veces es por nuestro perro.
Por lo tanto, no solo se mueven menos, sino que también hay golosinas generosamente distribuidas al cabo del día, porque el perro está aburrido. Antes de que te des cuenta, el perro habrá aumentado varios kilos, lo que es perjudicial para su salud.
Por lo tanto, no debes dejar que el mal tiempo te impida salir a la calle. Por el contrario, para que esto no se contagie a tu perro, debes predicar con el ejemplo y pedirle alegremente que salga a caminar. Con una actitud y el equipo adecuado, tanto para perros, como para humanos, el mal tiempo no podrá con nosotros.
Haz que se divierta en la nieve
Es fascinante lo que puede hacer la nieve, y es que no son solo los niños los que se ponen de buen humor, construyen iglúes y luchan tirándose bolas de nieve, ya que la mayoría de los perros parecen estar casi enamorados de la nieve.
Desde cachorros hasta que son perros mayores, los animales literalmente florecen y van creciendo según se vayan estimulando. Todo lo que huelen es diferente para ellos, les parece algo desconocido y lo que corre por sus cuerpos cuando andan por la nieve es algo que no se puede explicar.
Siempre están disponibles para una pelea de bolas de nieve y les encanta atraparlas, y mientras la cosa se mantenga así, generalmente no hay peligro para los perros. Sin embargo, si ves que tu perro es propenso a comerse las bolas de nieve, será mejor que alejes al perro de ellas, ya que existe el riesgo de que cojan la enfermedad llamada «gastritis por nieve».
Esta es una enfermedad inflamatoria del revestimiento del estómago, que a menudo muestra signos de torsión de estómago, vómitos, diarrea y fiebre en perros. En este caso, habrá que tener al perro en ayuno durante un día, y luego habrá que darle comida ligera, la que nos aconseje el veterinario.
El perro debe estar bien equipado para pasear
Si tienes un perro que cuenta con un pelaje grueso y una exuberante capa interna, no tienes que preocuparse por el frío. Pero hay suficientes perros que no usan «ropa interior térmica» y por lo tanto, agradecen que se les coloque un abrigo protector.
Por ejemplo, los perros de pelo corto con poca capa interior, por ejemplo los bóxer, se congelan mucho más rápido que un golden retriever o incluso un pastor de terranova, por eso un abrigo de pelo que se puede adquirir en cualquier tienda de animales, será más que suficiente.
De lo contrario, siempre debes vigilar a tu perro para ver si está temblando. A corto plazo, esto no importa, pero un temblor persistente es una clara señal de que algo le está pasando a tu mascota. Date prisa en llegar a casa si es que una conversación entre amigos ha causado un retraso.
El cuidado de las patas
Realizar un control regular de las patas es imprescindible en invierno, debido a que la sal, las virutas, el hielo y la nieve pueden obstruir severamente las zonas sensibles, y es que algunas patas de los perros son muy resistentes y otras en cambio necesitan cuidados intensivos.
Echar vaselina a las patas de los perros solo se recomiendan de forma limitada, porque son algo perjudiciales para la salud y obstruyen los poros. Mejor utiliza un ungüento especial para las patas y aplícaselo antes de cada caminata para crear una vista protectora natural.
Si el recorrido incluye caminos o aceras en las que se ha rociado sal, lava las patas de tu perro brevemente con agua tibia cuando llegues a casa, y no olvides secárselas después, porque un microclima húmedo promueve la multiplicación de bacterias y hongos.
Cosas para llevar encima
Muchos perros están tan entusiasmados con la nieve que están lo suficientemente preocupados por ellos mismos, así que tienes que ser tú la persona responsable que esté pendiente en todo momento de ellos, y jugar a juegos divertidos donde no pueda resfriarse.
Por ejemplo, los juegos de ocultar objetos en la nieve son muy divertidos. Las golosinas no siempre tenemos que dárselas en la boca, sino que pueden ocultarse y dejar que ellos las encuentren.
No te aconsejamos utilizar palos, ya que muchos perros se han hecho daño con ellos, se han quedado atascados en algún lugar o se han lesionado la boca porque el palo al estar helado se rompió. Es mejor llevar una pelota o algún juguete especial que no pueda romperse por culpa del frío.
Dependiendo de lo obediente que sea tu perro, también puedes llevarlo contigo para esquiar campo a través o apuntaros a participar en un tour de esquí. Sin embargo, hay personas que no reciben muy bien a los perros, cuando ven que estos pisotean el camino o la pista.
Consejos si os quedáis en casa
Si el clima del invierno no es el tuyo o el del perro, entonces sorpréndelo con un juego, un regalo o enséñale en casa algún tipo de truco. Muchos perros no solo han aprendido a quemar toda la actividad que necesitan realizar dentro de cuatro paredes, sino que aprenden ciertas órdenes que vienen muy bien que sepan.
Para hacer esto, siempre debes nombrar claramente diferentes objetos a recuperar. Para algunos perros esto es demasiado difícil, otros realmente cobran vida con este interesante ejercicio, sobre todo si están mentalmente estresados.